samedi 5 novembre 2022

Poemas en catellano

A. Kiriyatskiy: Poesía en español


Búsquedas poéticas de

Alexander Kiriyátskiy en español


 


Escribí mi interpretación opuesta a la razón de la canción griega “Tabaquera” de Viki Masjolú, Jristina Maxuri y de algunos otros. Quisiera que los cantantes hispanohablantes y rusos cantaran la misma melodía con mi poema: Un espíritu de la Antitabaquera


                                I


Temió tu cara, es en ti la luz frontera,

Ya fue un mes, ¿y qué pondrá la fiesta?, di

Del feliz paso que el gran calor espera,

Temió a mi niñez muy gris, que es fuera de ti,

Hay, por los bajos que ocupan vuestra tierra,

Amor a tu país que mucho tiempo no vi.


                                II


Tu carretera sube al poder, no paro

A quien lo ve: ¿Por qué bajó por mi razón?

Y me busqué en mi experimento raro,

Y lo rasgaste, sueño de tu corazón,

Te encontré por la natura, te comparo

Con la cigarra, canta bajo mi balcón.


                                III


La voz de mafia ya nadó, es la primera

Que te gustó; su banda tira las naves, y

Estas mujeres van a ti, como quisiera,

Ya no morían al tocarte, voz, ave, si

Quiso un mes de una paz, nació la guerra,

La conocí, hay cárcel y soledad así.


       (Alexander KIRIYÁTSKIY, el autor

         de esos versos españoles y rusos)

 


                             * * *

¡Oh fin del mundo si te esperaba la gente de cada milenio!

¡Oh manuscritos antiguos que traen los no conocidos ensueños,

Donde está la respuesta a cada temor y a cada sueño!

Solo a pocos permiten leerlos y ver: ¿Qué hará el dueño?

 

Llega el siglo nuevo y lleva consigo las nuevas preguntas.

Mitología de cada nacionalidad y animal son muy juntos,

Todos sus dogmas cosechan los granos de los negros asuntos.

Muestra el tiempo que y todos los ideales serían vagabundos.

 

Cruz. Voluntad del destino. Fatal existencialismo.

 

Soy un existencialista con mis problemas individuales,

Observo los granos irracionales de los acontecimientos,

Y estuve escogiendo mi objeto entre muchos ideales.

Debo escribir de mis actos ligeros, en mis sufrimientos.

 

Héidegger dijo: «Mi existencia va a su muerte.» He de estimar

La rueda de mi vida, tengo que evitar situaciones de ajetreo.

El globo terráqueo es la armonía de la tierra y del mar.

O mi alma, lo que no abandonará jamás tu esperanza, creo

 

En el Paraíso ¿Y para cada individualidad su conciencia

No se convertirá en capaz reflexión o en genial razonamiento?

¿Una tristeza es la esencia filosófica de su existencia?

¿Ya en la explicación quién pudiera decir que miento?

 

                               * * *

 

Al estar dibujando la vida en el natural retrato

La lectura de cada pensamiento

Está rápido formada

Sus ideas.

Lo abstracto llama todos los idiomas

A unas peleas.

 

                              * * *  

¡O Mundo Universal de toda la humanidad!, eres muy salvaje.

Si el seso abstracto matara tus nociones filosóficas del «Mal»,

Las almas entenderían el precio excesivo del gran paisaje

De tus tonterías, si casi cada hombre es un animal.

 

Es alguna alma justa. ¿Y el alma de quién es culpable?

Aclararlo para nuestro presente es subirlo al juicio de Dios.

El tiempo pasa y muestra que Hoy un ángel de Ayer es el diablo.

Es inútil divisar tu Blanco y tu Negro en la voz de muchos años.

Nadie me entiende. Es por qué de ello no hablo.

 

                              * * *

 

Una soledad nada en un turbio río.

Unos sufrimientos matarán al corazón.

Un día su sangre se ha puesto fría.

 

Su honda es la basura del destino.

La noche la golpea y ve al mismo tiempo

Que la belleza afila el cuchillo en su camino.

 

Porque sueña hincarle en su espalda

¿Cuándo se matará el héroe sin rostro?

La senda lleva a una montaña alta.

 

Donde le humilla mucho así lento.

¡O sin ninguna felicidad muestra tu alma!

Que regaló tu libertad al viento.

 

Ya al estar murmurado que soy más dichoso

Que muchos millones de sus sombras,

Siempre un perro me arroja al espacio maravilloso.

 

                              * * *

 

Un poco tarde mi corazón aparece en la orilla del mar,

Me silba el viento y su sol se pone,

Existe una dicha y muere para amar,

La fiesta de un beso mata a los corazones.

 

Como la música clásica es la más rica de todas las artes,

Yo quisiera llorar, pues estoy muy contento:

El sol cansado ve las flores invisibles de los santos,

¿El alba dibuja la causa del viejo sentimiento?

 

Es después de la muerte

 

Ya hay gente que corre en el tiempo,

¡Escuche!, que no tiene ningún rostro!

¿Por qué no?... Eternidad no miente:

Hay un destino de todas las otras.

 

La vida no es un gran color rojo.

Viajo y me convierto en nube.

¡O Dios! Gracias a mi tercer ojo

Miré por atrás del alma que sube.

 

Hombre que aclara: ¿Ya quién es derecho

O izquierdo?, no entiende que nunca

Le llega H[J]omo Sapiens a su lecho

Que ve sus ojos, sus sienes, su nuca.

 

Mi espacio cambiaba y me rajo

¿En mi mar hay peces amarillos?

¡Cielo!, al desaparecer desciendo abajo.

¿Bajaré en esta roja arcilla?

 

¡Y mire a las estrellas que brillan!

Tiemblo y tengo un renacimiento.

Que tres dimensiones me acercarían

Al barco de cielo, si mis pensamientos

 

Se multiplicasen en los millones

En el mecanismo enorme y de mi cabeza,

El verso tendiese miles nociones,

Cada segundo sea mi riqueza.

 

Hay Más y menos como Dios y diablo,

Si es el mundo de las relaciones.

Hay Nucleones, electrones, sus hablas...

Es la vida humana en dos flores.

 

                     * * *

 

¿Cómo explicar // qué es poesía?

Es la voz del sol, // apuntó García

Lorca que cantó // al mar como si a

Su musa que hacía

 

Escribir así // en el romancero.

Siglo, dime tú: // es el verdadero

Dar de ver la luz // del gran carretero

Que llena un huero

 

Para recordar // el Renacimiento

De Juan Ruiz // y su pensamiento:

Divisar el Bien // y el pecado viento

En que a veces miento.

 

O Horacio, hay // sílaba nacida

En los versos de // una corta vida.

Sapo lo pasó, // nuestra voz herida

Que sufre, nos ve y da:

 

La capacidad // de los dos milenios

Que nos dice en // todos los sueños,

Que lo siente y // ¿no es de los genios?,

De Flaco en los reinos.

 

Nueva noción «Homo soviéticus»

 

Entendió la juventud postcomunista que todo el mundo roba,

Aquí está prisionera de las sogas sucias de su loca pobreza.

Un Gran Comunista que era el ladrón principal, solo cobra

El dinero de mierda para el tiempo que nunca regresa.

 

El día de hoy los sacrificios y los verdugos viven juntos,

Sus conciencias son las voces culpables de nuestra historia

Que han recordado los ojos amarillos de algunos tontos asuntos

En un gran grito terrible de muerte, cifra, voz y memoria.

 

Pero cada día hará falta tocar en cualquier puerta abierta:

Como será posible encontrar una absoluta felicidad,

Como en las selvas buscar la única senda cierta,

Como del lobo esperar su grandísima amistad.

 

Cada noche el lobo mojado cantará en nuestro camino,

Como el pueblo soviético murmurará que quiere vivir.

Al mismo tiempo, su radiación alertará su pobre sino:

 

«Quod nocet, docet», clamatur solus nostrus vir,

(«Quien roba, da», os grita solo nuestro hombre,)

 

¿Por qué del desierto el pecador vino?

¡O espejo! ¿Y ya a dónde se va su destino?

 

Rayo

 

La muchedumbre sin cara está reuniéndose en un bar,

Hay muchas voces de garganta y hoy hay un ruido de metal

Lo que mantiene la música enlatada para matar

A nuestras particularidades en el concierto mundial.

 

Y una joven está buscando su metálica flor,

Escoge a un golfo más duro que la oscuridad.

En el juego de la discoteca vendió su amor

Al chico muerto en su joven edad.

 

Pero un atardecer su rayo ebrio, feo me mordió,

Entonces vio mi punto de vista que era mi cruz:

— ¡Ya cualquier alma no ha de vivir en su país interior!

Rayo, ¡hunda su imaginación en tu muy suave pus!

 

— ¡No hace falta! ¡Ya mate a mi individualidad!..,

Grité, es porque el sabor de este luz lo sentí.

Me quedé ciego sin oídos en su pequeña ciudad,

Por donde acabo de matar a unos semejantes a mí.

 

Dicha y cero azul

  

Un cero es tres fuerzas: buena, neutra y mala,

Se pinta al retrato en la obra

De un gris mar en muchas gotas.

Es el ojo de los tres idiotas.

El invierno del postcomunismo roba

Nuestra felicidad. ¡O vida!, es tu regalo.

 

Con unas santas alas la felicidad absoluta

Se comprende en las multitudes

De unas dichas pequeñas,

Pues siempre de ellas sueñas

En tu karma de donde subes

A tu esperanza que te vendió como cualquier verde puta.

 

Ley terrible

 

Las sonrisas se ven en los rostros

de muchos monos en el vivo retrato,

del fuego amargo se brillan los ojos;

estos micos esperan la caricia como gatos.

 

Su Virgen subió en la pobreza,

y pasa sobre el mundo en las almas heridas.

Aparecen unas ideas en la cabeza;

¿Quién defendiera toda nuestra vida?

 

La vida escupe sobre la cara de la esencia.

Se empieza y nunca se termina su oscuro canal.

Y allí la furia toma en las manos la impotencia,

Ya se lloró a las ruinas de una catedral.

 

                       * * *


Al segundo el temor con mi premonición de un peligro

Tocarán a una puerta invisible de nuestra conciencia,

Y la tempestad deshizo mi jardín paraíso; ya sigo

La senda fría y dura encima de la influencia

 

Del Espíritu Santo; hay Absoluto que sufrirá conmigo.

O Padre Dios, hay sol y nieve en tu dependencia,

De donde mi caballo herido tú vayas de la garra del tigre

A morir como un ángel por la divina experiencia.

 

Un dictador con el bigote, con la amable cara

Ya tomará el poder marrón en sus dedos por diez Edades

En el territorio del cadáver del imperio pobre para

 

Apagar los océanos de alma y el fuego de unos amados

Para dibujar su timbre sobre cada frente que lo que no nos obligara.

¿Cuándo el cielo se abrirá para culpables con santos matados?

  

Esperanza. Desilusión.

 

Cuatro sufrimientos imaginan y miran al espejo de mis lágrimas.

Ya cuatro paredes me hundieron en el río de un sueño.

¡Calla una dicha de mi alma en el sino extraño y pequeño!

Que al estar durmiendo nunca se despierta, jamás.

 

¡O tú!, rosa línea del horizonte preguntas con paz:

«¿Desde tu ventana abierta ves tu nube trigueña?»

La lluvia amarilla de noviembre dijo: «¿Así te enseño?

¿No viste un círculo rojo y doce puntos blancos? ¿Los que tú amas?»

 

                       * * *

 

¿Por qué cualquier caso

depende de la loca dicha

que pasa?

 

El alba

es cada celeste infancia ¡O gris Mundo

Universal!

 

El día

es mi juventud en el lago profundo

de un país oriental.

 

La tarde

es un secreto lo que ¡ya voz no abras!,

para dos amados.

 

Cada noche

llega el pensamiento de antiguas palabras

olvidadas

 

El día

es la nube oscura.

 

La noche

es la pintura de la vida dura.

 

                       * * *

 

¿Quién arrastra en el feo desierto de los muertos mares

Los que riñe y los que alaba al mismo tiempo?

En las ruinas de su idólatra hará nieve.

Es el gentío hambriento que aullará sus ideas vulgares. 

 

¿Y que cosa baja de su estrella? La que él ve

Durante la instantánea eternidad.

Ya al estar esperado un contacto extraño,

Los vagabundos hablan: «¡Ars longa, vita brevis est!»

 

En su esperanza. Gracias a las rojas hazañas

Que sean las hilas de su civilización,

Eso progreso desnudo de la vida es

La transformación de esos ángeles en las arañas.

 

El otoño

 

El otoño

es el fin de mi flor.

 

En el otoño

hay cielo sin estrellas.

 

El otoño

es mi humor.

 

En el otoño

llueve ya.

En el otoño

hay amarillo paisaje.

 

El otoño

es un señor añejo.

 

O otoño,

buen viaje...

 

¡Otoño!,

¿y para qué te quejas?

 

Crepúsculo

  

Un plato cerrado es el cuadro con cuatro lados,

Eres espacio de once dimensiones.

La muerte con mi nacimiento están enamorados

De la vida que canta sus canciones.

 

Cuando en las visitas de la noche duermo,

Pienso que y yo viajo, donde todos los objetos

Se alejan y al mismo tiempo se acercan. Siento

Que nunca se secan las lágrimas de los poetas.

 

Ya cada época se va y baila; tengo mucho miedo

Que amo lo que nunca ha existido aquí. ¡O alma búscalo!

Quiero abrir los ojos siempre, pero no puedo.

El día de la juventud me lleva al crepúsculo.

 

                       * * *

 

La rapidez de la luz sentirla quisiera,

Mi astro me da la fuerza de su riqueza,

Tiemblo y bailo sobre la boba tierra,

No conozco acerca de lo que me parece

 

Que mi vida en el vestido del pobre esclavo

Tiene un río que corre del nacimiento a su muerte,

Empiezo olvidar mi infancia, cuando lavo

Los rostros de mis sentimientos locos y abiertos.

 

Imagino y bajo en los ojos formidables,

A veces mi abstracción comanda: «Detenga este invierno.»

Una hora dormida se convierte en mis años probables.

Sueño viajar de acá con mi soledad interna.

 

                       * * *

 

Hay noción «Romanticismo espiritual»

Que no era cualquier realidad de ciclos,

Que se repita para demostrarnos

Que el sueño no se asemeja a los vientos.

Su arte contradice a la realidad.

¿Es el hada del fatalismo de muchos siglos?

¿Porqué el tranquilo los desnuda?

¿Y se apoya de las épocas y de los tiempos?

 

Para las personas que creen en un Dios personal

La sociedad es el primer enemigo

Que matara a dos ángeles románticos

De realidad y de utopistas.

Cada alma encuentra su forma fantástica

De una idea y muere consigo.

Y su soledad grita:

«¡Ciega Humanidad!, no me entendiste...»

 

Liza Becar Doble Enarecatzi:

 Bajo el sol el alba roja muere

 (Traducción en español del ruso)

 

 Miras, miras,

 Que el sol da la luz obscura,

 Miras, miras

 Que, bajo las fumas, ellas son,

 Sientes, sientes

 Como rabia toda la natura,

 Oyes, oyes

 El débil mutismo de canción,

 ¡Estepa!, fúndete al mal

 Sobre los lobos pasa la caza,

 ¡O guerra! Empezó el gran final.

 

 ¡Adiós pues!,

 Yo no podré vivir,

 ¡Adiós pues! Me mataran al decidir,

 

 ¡Corréis!,

 Allí, ves, Luna, que me fui,

 ¡Bate! ¡Bate!

 Del pecho corazón enfriado,

 ¡Bate! ¡Bate!

 De los lobeznos al hafiz.

 

 ¡Yerbas! ¡Yerbas!,

 A nuestros niños los cerráis,

 ¡Yerbas! ¡Yerbas!

 ¡Salváis bajo la raíz!

 

 ¡Estepa! ¡Fúndete al mal!

 Sobre los lobos pasa la caza,

 ¡O guerra! Empezó el gris final.

 

 Al combar nuestras espaldas

 Golpeó el diente

 Por el hombro pues,

 ¡Milano! ¡Tu no muestres

 Al Lobezno! si lo ves.

 

 ¡Adiós pues!

 Yo no podré vivir

 ¡Adiós pues!

 Me matarán al decidir,

 ¡Corréis!

 

 Allí, ves, Luna, que me fui,

 ¡Sangre! ¡Sangre!

 Vas de las Trampas, del oriente,

 ¡Sangre! ¡Sangre!

 Es tu garganta al aullar,

 Piensas, piensas,

 Tocó el hocico, tu cuello.

 Guardas, guardas

 la primavera del encontrar

 ¡Estepa! ¡Fúndate al mal!

 Sobre los lobos pasa la caza

 ¡O Guerra! Empezó el gris final.


AMIENS